A los 30 años, era una joven ambiciosa y trabajadora con grandes aspiraciones profesionales, pero también quería formar una familia y ser madre. En aquella época, solicité el puesto de Project Manager en Tlantic y, la semana en que recibí una oferta para integrarme en el equipo, descubrí que estaba embarazada de mi primer hijo.
Abiertamente y con transparencia, compartí con la empresa mi circunstancia y, para mi sorpresa, no sólo decidieron mantener la oferta, sino que insistieron en que les encantaría que me uniera al equipo. Para mí, esta fue el primer señal de que Tlantic prestaba especial atención a su gestión de personas y de que se comprometía a establecer relaciones a largo plazo con sus colaboradores. Todos me recibieron calurosamente y nunca sentí ninguna resistencia por parte de la gente acerca de mi condición. Tras aceptar la oferta, trabajé unos seis meses hasta que me cogí la baja por maternidad.
Cuatro años (y muchos proyectos) después, me quedé embarazada de mi segundo hijo y, ante un embarazo de alto riesgo, me ausenté durante casi un año. Al regreso de mi segunda baja, en reconocimiento a mis contribuciones a la empresa, me ofrecieron la oportunidad de dirigir uno de los equipos de desarrollo de Tlantic. Este ascenso, que llegó en el momento más inesperado, fue un hito muy importante en la progresión de mi carrera.
A pesar de todos los retos, en los últimos 10 años Tlantic me ha proporcionado un ambiente equilibrado que es esencial para mi bienestar. Siento que he podido estar al lado de mi familia y dedicar tiempo a otros proyectos personales, todo esto mientras construía una carrera sólida y desafiante, tal como siempre quise.
Actualmente soy miembro del Consejo de Administración de Tlantic y puedo decir que he encontrado una empresa que se alinea con mi visión de la gestión de equipos. Aquí podemos desarrollar las mejores prácticas de gestión y, al mismo tiempo, preservar y valorar el mayor activo de una empresa: ¡su gente!
Ana Freitas, Director Product Manager